El mapeo de temperatura y humedad en almacenes es una práctica esencial para garantizar que los productos almacenados mantengan su calidad e integridad durante todo el proceso logístico. Este procedimiento cobra especial relevancia en sectores como el farmacéutico, alimentario, cosmético y químico, donde las condiciones ambientales deben ser rigurosamente controladas.

¿Qué es el mapeo de temperatura y humedad?

El mapeo consiste en medir, registrar y analizar las variaciones de temperatura y humedad relativa en diferentes puntos de un almacén durante un periodo determinado. Esto se hace mediante el uso de registradores de datos (data loggers) colocados estratégicamente para obtener una imagen precisa del comportamiento ambiental del espacio.

¿Por qué es importante?

  1. Cumplimiento normativo: Organismos como la FDA, la EMA y la OMS exigen controles ambientales para ciertos productos, especialmente medicamentos y alimentos perecederos.
  2. Prevención de pérdidas: Las fluctuaciones de temperatura y humedad pueden deteriorar productos sensibles, generando pérdidas económicas importantes.
  3. Optimización del almacenamiento: Identificar zonas con condiciones no óptimas permite redistribuir los productos o implementar mejoras como aislantes o sistemas de climatización.
  4. Auditorías y trazabilidad: Un buen mapeo proporciona evidencia documentada del cumplimiento de los requisitos de conservación, lo cual es útil en auditorías internas y externas.

¿Cómo se realiza un mapeo efectivo?

  1. Planeación: Se define el objetivo, duración del estudio (generalmente entre 7 y 14 días), condiciones ambientales esperadas, y ubicación de los sensores.
  2. Instalación de sensores: Se colocan data loggers en puntos críticos: esquinas, zonas altas y bajas, cerca de puertas, y en el centro del almacén.
  3. Recolección de datos: Los sensores registran datos a intervalos regulares (cada 5-15 minutos).
  4. Análisis: Se identifican puntos calientes o fríos, zonas de alta humedad, y variaciones significativas.
  5. Acciones correctivas: En caso de detectar problemas, se ajustan los sistemas de climatización o se modifican prácticas de almacenamiento.
  6. Informe final: Se documentan todos los hallazgos, gráficas, conclusiones y recomendaciones.

Conclusión

El mapeo de temperatura y humedad no solo es una exigencia normativa, sino también una herramienta estratégica para garantizar la calidad y seguridad de los productos almacenados. Realizar este procedimiento de manera periódica ayuda a prevenir riesgos, optimizar recursos y ofrecer confianza a los clientes y consumidores.