El queso feta, con su sabor picante y textura quebradiza, se ha ganado un lugar venerado en el mundo de la gastronomía. Este querido queso, originario de Grecia, ha trascendido fronteras y se ha convertido en un ingrediente básico en platos de todo el mundo. Su versatilidad, sabor distintivo y rica historia lo convierten en el favorito tanto de los chefs como de los cocineros caseros. Profundicemos en la fascinante historia detrás del queso feta y exploremos por qué ha capturado los corazones y paladares de tantas personas.

Una muestra de la tradición:
El queso feta tiene profundas raíces en la cultura griega, con una historia que se remonta a miles de años. Elaborado tradicionalmente con leche de oveja, o una combinación de leche de oveja y de cabra, el queso feta es conocido por su perfil de sabor único caracterizado por su acidez y textura cremosa. Sus métodos de producción se han mantenido prácticamente sin cambios a lo largo de los siglos, y los artesanos siguen técnicas tradicionales transmitidas de generación en generación.

La elaboración del queso feta:
Elaborar auténtico queso feta es un trabajo de amor que requiere habilidad y paciencia. El proceso comienza con leche fresca, que se calienta y luego se mezcla con cultivos y cuajo para facilitar la coagulación. Una vez formada la cuajada, se corta en trozos pequeños y se deja escurrir en moldes forrados con una gasa. Luego, el queso se sala y se deja madurar en salmuera durante varias semanas, donde desarrolla su sabor y textura característicos.

Versatilidad en la Cocina:
Una de las razones de la gran popularidad del queso feta es su versatilidad en la cocina. Su textura quebradiza lo hace ideal para desmenuzar sobre ensaladas, pastas y pizzas, agregando una explosión de sabor y riqueza cremosa.

Beneficios nutricionales:
Además de su delicioso sabor y versatilidad culinaria, el queso feta también ofrece una serie de beneficios nutricionales. Es una buena fuente de proteínas, calcio y vitaminas y minerales esenciales, lo que la convierte en una valiosa adición a una dieta equilibrada. Si bien el queso feta tiene un contenido relativamente alto de sodio debido al proceso de salmuera, aún se puede disfrutar con moderación como parte de un estilo de vida saludable.